The Metallica Blacklist

Hablar de Metallica, siempre es difícil y controversial, debido a que todas las opiniones se polarizan, puesto que, la banda cuenta con fans muy aguerridos, de ocasión, hay quienes los aman y los consideran dioses del metal o del rock, o quien solamente recurre a ellos para sentirse pesados y ocasionalmente citan ciertas canciones.

Un servidor expresará su opinión respecto a una banda sin duda, influyente en varias generaciones y que en los últimos días, dio mucho de qué hablar, respecto a la celebración de uno de sus discos más emblemáticos y queridos por su público, el álbum homónimo o mejor conocido como The Black Album, festeja 30 años de su lanzamiento, y con ello, la banda decidió que diversos artistas de diferentes géneros, tomaran las canciones incluidas en el citado disco y les rindieran una especie de tributo, que las rehicieran de acuerdo al estilo de cada uno, o mejor dicho un cover, se incluyen en dicha lista, artistas y grupos tan respetados como St. Vincent, Royal Blood, Rodrigo y Gabriela, como aquellos que generaron controversia como Miley Cyrus, Juanes y Mon Laferte, entre muchos otros.

Ahora sí, después de la introducción vámonos por partes, primero, nadie puede negar la influencia del legado musical de la banda y en específico, del disco en mención, The Black Album, lanzado el 12 de agosto de 1991, justo en el momento exacto, un mes antes de que la música tomara otros rumbos; el grunge y el rock alternativo estaban a punto de vivir sus mejores glorias con la entrega del segundo álbum de Nirvana, Nevermind, lanzado el 24 de septiembre de aquel año, quienes estuvieron a la cabeza de dicho movimiento y pusiera en el panorama a muchas bandas, desplazando en las listas de popularidad, en las radios y canales de televisión al Hair Metal o Glam Metal y al pop.

Debido a lo anterior, y por la calidad musical de la grabación del quinto álbum de estudio de Metallica, la banda gozó de las bondades, que este cambio sonoro a nivel mundial, les otorgó, dejaron de lado, el ser una banda de culto, con excelentes discos y siendo creadores del trash, forjadores del metal, y considerados parte de los cuatro grandes del trash metal, junto a Megadeth, Slayer y Anthrax, para ser una banda de estadio, cuya popularidad se hizo tan grande que en la actualidad la siguen conservando y llenando los recintos que pisan a nivel mundial.

Segundo. La grabación de este álbum, trajo consigo una distinta forma de trabajar de la banda, reclutaron para la producción a Bob Rock, quien trabajó en el afamado Dr. Feelgood (1989) de Mötley Crüe, y los líderes de la banda (James Hetfield, Lars Ulrich), querían dicha penetración en el mercado, esa fue una de las razones de la contratación de Rock, y vaya que lo lograron, siendo el álbum homónimo quienes los presentaron e introdujeron a una nueva audiencia y vendieron millones de copias en todo el mundo, cuya relación artística y laboral fue prolífica durante muchos años, siendo su última colaboración St. Anger de 2003.

Tercero. La mayoría de las bandas, al momento de su creación, quieren ser reconocidos por el público y la crítica, y tener un estilo de vida, sin deudas ni preocupaciones, disfrutar la vida de un “rockstar”, es cierto que, Metallica sorprendió al mundo con sus previos lanzamientos, pero ellos querían ganar dinero, y este disco fue un punto de transición, con el cual no darían vuelta atrás, lograron su objetivo y con creces, siendo hoy en día uno de los discos más vendidos y reconocidos de la agrupación.

Cuarto. El disco contiene temas clásicos de la banda, como “Enter Sandman”, “Wherever I May Roam”, “Sad But True”, “The Unforgiven”, temas que son indispensables en las playlists de muchos fans en cualquier rincón del mundo, y que forman parte de la columna de los setlists de sus presentaciones, y sin dejar de lado, la muy famosa y choteada “Nothing Else Matters”; sin las mencionadas canciones no se podría entender la historia de Metallica y mucho menos, la influencia del metal en la música contemporánea.

Quinto. La producción discográfica sirve como introductorio al mundo del metal, gracias a la “sencillez” con la que está hecha, el ejemplo más claro es la antes mencionada “Nothing Else Matters”, que es socorrida por muchos aprendices de músico para realizar sus pininos o bien, “Enter Sandman”, bares o lugares multitudinarios, aprovechan el reconocimiento y la fuerza de la melodía para el entretenimiento de sus consumidores o del público. Asimismo, muchas personas ocupan este disco para adentrarse y conocer más bandas del género como Pantera, Megadeth o regresar a los orígenes como Black Sabbath y Deep Purple, o para hacer exploraciones más profundas en el vasto mundo del metal (death, doom, heavy, black, trash, entre muchos otros).

Sexto. The Black Album, fue un parteaguas en la carrera musical de Metallica, muchos dicen que se ablandaron y que se tornaron comerciales, perdieron muchos fans de la vieja escuela, pero también, ganaron más adeptos y mucha popularidad, lo que trajo, que, los álbumes posteriores del grupo fueran más accesibles y con canciones más cortas en su duración, y hasta cierto punto, dejaron atrás, la agresividad en cuestiones líricas y musicales, lo cual, ayuda a que sus fans se dividan, entre lo viejo y lo nuevo, lo producido en los ochentas y lo realizado a partir de este álbum, el lado que se elija, depende del gusto de cada persona y puede escoger alguna de las dos partes de la trayectoria de la banda, o bien, escuchar toda su discografía sin ningún problema.

Séptima. Como se mencionó anteriormente, el disco le produjo millones de dólares a la banda, tanto en ventas físicas como en boletaje para sus presentaciones, los miembros han procurado que dicha popularidad no decaiga y siga creciendo, y que, sus cuentas bancarias sigan abultándose, ¿Quién no lo haría?, con esto aseguran la vida que han llevado y, por supuesto, la de sus descendientes, no es malo, sino todo lo contrario, esto se menciona, porque recordemos el episodio que vivió en contra de Napster, a finales de los noventa, que no se dieron por vencido hasta que el sitio desapareció, todo por estar en desacuerdo de que a ningún artista se le diera dinero por sus creaciones y que compartir música era ilegal, tal vez, no fueron tan visionarios como ellos se querían ver y dos décadas después todos sabemos lo que ocurrió con la explosión del internet y las plataformas digitales.

Octavo. La banda, a partir de ese momento, es sabido por todos, que se comercializó, para bien de ellos, lo cual, repito, no es malo, al fin y al cabo, para eso, crearon la banda, hay que dejar de lado, el sentido romántico de su creación y fundación, un ejemplo reciente, es el lanzamiento de unos tenis con la marca Vans de edición limitada, con motivo de los festejos de los 30 años del multicitado disco e inspirados en el arte de su quinto álbum de estudio. Más claro no se puede ser.

Noveno. Para concluir, está bien que la banda haya decidido apoyarse de bandas y artistas muy diferentes entre sí e incluso de la banda, la idea, es posicionarse en nuevos mercados y las nuevas generaciones, por si alguien no los conoce, ésta es una forma de acercarlos a la música de Metallica, aunque de por medio, se lleve malas críticas donde a la menor provocación quieran demeritar el trabajo realizado a lo largo de su extensa trayectoria. Cada uno sabrá o no, si consume dichos productos y cada quien sacará la mejor conclusión de los resultados, de The Metallica Blacklist, el álbum de covers mencionado, que será estrenado en plataformas digitales y formato físico el 10 de septiembre del presente año, de lo más atractivo de este lanzamiento, será que, las ganancias son destinadas para la caridad.

The Black Album… ¡Feliz 30 aniversario!

Reseña completa del disco. Da click aquí

Caifanes II (El Diablito)

Retrospectiva discográfica

Mi primer acercamiento con Caifanes, fue mediante este disco “El Diablito”, y dicho encuentro se facilitó con un compañero de secundaria que era muy fan de la banda, y me encontró como la víctima perfecta para permear su “conocimiento” adolescente del rock, puesto que, yo en aquellos días escuchaba otros géneros como música romántica, pop y de cierta manera, me sentía rudo con Maná.

Recuerdo que, cuando me prestó el cassette, él decía, escucha “El Diablito” está bien bueno, y yo, al principio me porté indiferente, pero ciertamente me intrigó el por qué le decía así, y en su momento, me comentó que la popularidad del mencionado nombre fue derivado de los diablitos que vienen en la portada y contraportada, dichas imágenes remitían a la lotería y a las figuras de barro que venden los artesanos en varios pueblos de México.

Cuando me lo prestó, me dijo compra un cassette de 60 minutos, “grábalo, ahí cabe bien”, me lo llevé a casa, con curiosidad, tengo que aceptar que, en primera instancia, me costó trabajo ponerlo en el estéreo de la casa, porque, para ser sincero, solo había uno, y era dominado por mi papá, además que, la familia estaba acostumbrada a escuchar música como boleros, instrumental, sones o música regional mexicana, música de moda, entre otros, o lo que presentaran en aquellos días los programas de entretenimiento del Canal 2, por lo que, digamos que, mi contacto con el rock era nulo o escaso, y eso, porque mi papá a veces llegaba a poner a The Beatles, y algunos grupos más, y lo poco que sabía acerca de Caifanes, era por pláticas que entablaba con mi ahora excuñado, que al ser 15 años mayor que yo, le tocó la época de gran popularidad de Caifanes.

Ciertamente, la primera vez que escuche “El Diablito” fue en un walkman, y recuerdo con mucho cariño y nostalgia, todas aquellas emociones que se expresaron dentro de mí, era un mundo diferente al que conocía, era la música que mi adolescencia me exigía escuchar, letras en donde no entendía nada, ritmos donde pusieron en el olvido a Maná, me ayudó a crear atmósferas oscuras como nunca había imaginado y me dejo la sensación de “quiero más”, gracias a mi amigo y a este disco me encontré con  un mundo nuevo y maravilloso, grabé y repetí el cassette hasta el cansancio.

En la apertura con “Detrás de ti”, me sentí emocionado, extrañado por esa entrada dura, pero que rápidamente cambiaba de ritmo y mientras en la letra se expresaba la necesidad de alejarse de esa persona que no te hace caso, que, por cierto, como buen adolescente me sentí plenamente identificado, porque, mientras las hormonas empiezan a realizar su trabajo, me acuerdo de aquellas niñas que me gustaban, y aunque me decían que no tenían interés en mí o quedábamos como “solo amigos”, yo les regalaba cosas, y la lírica venía como anillo al dedo para mí, y aquellos gritos desgarradores de la canción diciendo ¡Ya no!, ¡No!, provocaban sensaciones de insatisfacción pero a la vez de calma, mientras pensaba en esas niñas.

“Antes de que nos olviden”, fue toda una extrañeza para mí, porque después de escuchar una canción rápida y furiosa como introducción, venía este canto que a la fecha aún me parece que simulan un rezo, en el cual, hacen muchas analogías y trataba de entender lo que decía, tengo que mencionar que mi amigo, ocupó parte de la letra en un concurso de calaveritas, y en ese momento, pude ver la influencia que tenía la banda, su música y letra, en él, y yo quería ser partícipe de aquellas emociones.

Con la canción 3, “La vida no es eterna”, me sumergió a un mundo oscuro pero real, porque hace mención del envejecimiento del humano, y cuando uno es muy joven, no presta atención a éstas cosas porque te sientes inmortal y esta letra con su lamento final y su cierre era una bofetada para ponerme a pensar acerca de mi mortalidad.

“De noche todos los gatos son pardos”, es una frase que menciona mucho mi papá, pero no entendía su significado y con aquella edad, me confundía mucho más, pero sentía que eran letras en las cuales, se escuchaba cierto enojo, pero el ritmo frenético me hacía mover la cabeza y empezar a rockear con los riffs tan precisos de Alejandro Marcovich, con “Sombras en tiempos perdidos”, nuevamente me bajaba un poco los decibeles, pero a pesar que la canción dura cerca de los 6 minutos, no lo veía en nada aburridos, me intrigaba ver que seguía, y con esas campanas de fondo, es como si escuchara a lo lejos el llamado a misa mientras mi viaje transcurría en esa oscuridad que brindaba la atmósfera del disco.

Una de mis canciones favoritas de toda la vida, llegaba con “El negro cósmico”, desde aquella primera vez que la escuché me emocionaba, me hacía brincar, cantar y sacar esa energía acumulada y hoy, cada que tengo oportunidad de ver a la banda en vivo, llego al éxtasis total cuando la tocan, esa fuerza impregnada, esa rabia de decirle a alguien “…En que me digas que me crees y no crees nada”, ese dejo de soledad y aislamiento, encontrándote perdido en algún lugar.

“La célula que explota”, era un must como adolescente y un himno que debías saberte, debo reconocer que, en aquel tiempo, me emocionaba mucho, pues esa trompeta al cierre de la canción, le daba un toque de mariachi, le ponía un sabor en particular, y ayudaba a resaltar a la letra, aquella tristeza plasmada por Saúl Hernández, en el que describía como la relación de pareja, llegaba a su fin por situaciones irreconciliables, hoy en día, sé que es una canción obligada de la banda y con la cual muchas personas inician el camino para adentrarse en su música, pero en lo personal, años después puedo prescindir de ella, ya que, no me provoca las mismas sensaciones que antaño, si la llego a escuchar tiene que ser con el disco completo, viéndola como en un entero no como una parte individual.

“Aquí no pasa nada”, una canción favorita del disco, con la que imaginaba ese mundo descrito por Saúl, en el que, por la edad que yo tenía, no entendía lo que me quería decir, esas analogías, de una sociedad descompuesta y su grado de protesta, alcanzaban a un adolescente que simplemente se dejaba llevar por los cambios de ritmos, una batería hipnótica y la melodía que fácilmente podía tararear.

“Los dioses ocultos”, seguían con el misticismo del disco, me hacían voltear hacia arriba implorando a alguien, que esas inseguridades y miedos, que abordaban mi joven vida, las superara con facilidad, a quien se lo pedía, no lo sé, alguna vez fui escuchado tampoco lo sabré, pero la música me confortaba.

El cierre del disco venía con dos de mis canciones favoritas “El elefante” y “Amárrate a una escoba y vuela lejos”, la primera es una canción fuerte, llena de protesta, y el simbolismo de un elefante que reclama y reclama pero no puede hacer nada y siempre es callado, y con la segunda, llenaba mi cabeza de imágenes de delfines, escobas, oscuridad, noche y luna, que terminaron por satisfacer mi intriga por el disco, a esa edad y con mi nulo conocimiento de música, era extraño como una banda podía iniciar un disco de tal forma con “Detrás de ti” y terminar con “Amárrate…” ya que eran distintas entre sí, pero se mantenía ese sonido Caifán tan inconfundible.

Este es uno de mis discos favoritos, sin temor a equivocarme, fue el disco que cambió el rumbo de mi vida por completo, fue el primero de todos, el que me hizo querer ver que había más allá, el que me convirtió en un ser siempre hambriento de música, gracias a mi amigo, por presentarme a Caifanes, por meterme a su mundo y por alimentar el deseo de querer escuchar más canciones y discos de Caifanes y por introducirme al mundo del rock, por abrirme los ojos y por darme un disco para siempre importante en mi vida.

Reseña completa del disco. Da click aquí